Quisimos hacer una pequeña muestra, en este sitio, de una de las instituciones que permitieron a nuestros ancestros, forjar su futuro en nuestra Nación Argentina. Las imagenes y datos en su mayoría han sido tomados del sitio oficial de la oficina de inmigraciones y del hotel de los inmigrantes en www.migraciones.gov.ar y el Diario Clarin.

El Hotel de Inmigrantes fue construido para recibir, prestar servicios, alojar y distribuir a los miles de inmigrantes que, procedentes de todo el mundo, arribaban a nuestro país.

El complejo estaba conformado por diversos pabellones destinados al desembarco, colocación, administración, atención médica, servicios, alojamiento y traslado de los inmigrantes

 

Los inmigrantes saliendo del hotel, rumbo a la ciudad o a las estaciones del ferrocarril que los conducirá al interior del país, 1913. (Archivo General de la nación)
 
Un conjunto de edificios, como una ciudadela

Se comenzó a construir en el año 1906, por la empresa Udina y Mosca, según proyecto del Ministerio de Obras Públicas.

En 1990, durante la gestión del Presidente Carlos Saúl Menem, por Decreto Nº 2402, fue declarado Monumento Histórico Nacional.

La construcción se llevó a cabo siguiendo el orden que la necesidad demandaba. 

 
Familiares o amigos de inmigrantes, aguardando el arribo de un barco en la entrada del Desembarcadero, c.1912 (Archivo General de la Nación)
   

En primer lugar el desembarcadero, luego la oficina de trabajo, la dirección, el hospital, y por último el hotel.
Pabellón para mujeres y niños en el Hotel de Inmigrantes, 1919. (Archivo General de la Nación)
 
 

Mientras se llevaban a cabo las obras, los inmigrantes comían y dormían en lo que había sido el panorama de Retiro, conocido como la Rotonda", a pocas cuadras de la nueva edificación.

De esta forma, los inmigrantes, una vez desembarcados, se iban caminando hasta allí, donde eran alojados.

Cada uno de estos edificios cumplió una función determinante en la organización general de las tareas vinculadas a la inmigración:

 


Desembarcadero. Desembarco de inmigrantes, c. 1910 (Archivo General de la Nación)
  El desembarco  
  El acto de desembarco consistía en el abordaje de una junta de visita a cada barco que llegaba, a fin de constatar la documentación exigida a los inmigrantes, de acuerdo a las normas, y permitir o no su desembarco.

El control sanitario también se realizaba a bordo, por un médico asignado a ese fin. La legislación prohibía el ingreso de inmigrantes afectados de enfermedades contagiosas, inválidos, dementes o sexagenarios.

 
Desembarcadero del Hotel de Inmigrantes, construcción central. 1905 (Ministerio de Obras Públicas)
La revisión de los equipajes se llevaba a cabo en uno de los galpones del desembarcadero destinado a ese fin.

Oficina de Trabajo

Nació como una dependencia de la Comisión de Inmigración en el año 1872, y cumplió un rol importante dentro de las actividades del Hotel.

Su tarea consistía en la búsqueda de trabajo, colocación y traslado de los inmigrantes al sitio donde hubieran sido solicitados.

Paulatinamente, la oficina de trabajo extendió sus funciones. Hacia 1913 contaba con salas destinadas a la exposición de maquinarias agrícolas y la enseñanza de su uso para los hombres, oficina de colocación para las mujeres, oficina de intérpretes, proyecciones

 
Exposición permanente de maquinarias agrícolas en el Hotel de Inmigrantes, 1914. (Archivo General de la nación)

Frente del edificio de la Dirección. 1912. (Archivo General de la Nación)
 
La Dirección

Desde este edificio, que señala la entrada principal al conjunto, se ejercía la dirección y planificación de las políticas migratorias en todo el país, y la administración del Hotel de Inmigrantes. El cargo de director, de gran prestigio, contó con nombres como los de Juan A. Alsina y Juan P. Ramos.

En la planta baja funcionaba una sucursal del Banco de la Nación Argentina, cuyo propósito era el de facilitar a los inmigrantes las operaciones de cambio.


El Hospital

Equipado con los elementos más modernos de su época, al hospital le cupo la función de atender a los miles de inmigrantes que arribaron a Buenos Aires afectados, sobre todo, por enfermedades vinculadas a las vicisitudes del viaje, la mala alimentación, las penurias. En el hospital había, también sala de lectura, y mapas descriptivos de la riqueza nacional.

 
El médico recorre la sala de internación en el hostipal del Hotel de Inmigrantes. 1914. (Dirección Nacional de Migraciones)

El Hotel

Se trata de una construcción de cuatro pisos, de hormigón armado, con un sistema de losas, vigas y columnas de ritmo uniforme, que dio como resultado espacios amplios dispuestos a ambos lados de un corredor central. Integramente pintado de blanco, se acentuaba en todos los ámbitos la sensación de amplitud y luminosidad.

Dormitorio de mujeres en uno de los pabellones del Hotel de Inmigrantes, c.1912 (Archivo General de la Nación)
 

En la planta baja el comedor, con grandes ventanales hacia el jardín, la cocina y las dependencias auxiliares.

En los pisos superiores los dormitorios.

Había cuatro dormitorios por piso, con una capacidad para doscientas cincuenta personas cada uno, lo que significa que en el hotel podían dormir cuatro mil personas.

 
Cocina a vapor del Hotel de Inmigrantes, 1914. (Dirección Nacional de Migraciones)
A los inmigrantes los despertaban las celadoras, muy temprano. El desayuno consistía en café con leche, mate cocido y pan horneado en la panadería del hotel

Durante la mañana, las mujeres se dedicaban a los quehaceres domésticos, como el lavado de la ropa en los lavaderos, o el cuidado de los niños, mientras los hombres gestionaban su colocación en la oficina de trabajo.

Comedor para mujeres en uno de los pabellones del Hotel de Inmigrantes, 1912. Archivo General de la Nación)
 

A las tres de la tarde a los niños se les daba la merienda.

A partir de las seis comenzaban los turnos para la cena, y desde las siete quedaban abiertos los dormitorios.

Cuando ellos llegaban al hotel, se les entregaba un número que les servía

para entrar y salir libremente, y conocer de a poco la ciudad.

 
Vehículo para el transporte de equipajes de los inmigrantes, 1914. (Dirección Nacional de Migraciones)
El alojamiento, gratuito, era por cinco días. No obstante, la reglamentación se extendía en los casos que hiciera falta, el tiempo necesario para su colocación.
 
El Hotel en la actualidad

La Dirección Nacional de Migraciones posee su base de datos de las personas que llegaron la Argentina y en qué barco y desde dónde vinieron.

También hay información sobre la edad que tenía al llegar, su estado civil, profesión y religión. Por ahora, la base cuenta con unos 3.700.000 registros de arribos ocurridos entre 1882 y 1927, aunque sigue ampliándose.

Declarado Monumento Histórico Nacional en 1990, el hotel resulta un lugar más que emotivo para ir a buscar nuestras raíces. Después de todo, allí pasaron sus primeros días en la Argentina la mayor parte de los inmigrantes que llegaron entre 1911 y 1953, año en que cerró.

Pero esto es sólo el anticipo de un proyecto más ambicioso: la inauguración del Museo Nacional de la Inmigración (prevista para octubre) a la manera del que está en Ellis Island, Nueva York.

"Recuperar este edificio es recuperar la historia argentina. Casi no hay persona en el país cuyos cuatro abuelos sean argentinos. En principio, el museo funcionará en la planta baja, pero la idea es reciclar todo el edificio sin alterar su aspecto original. Mientras, habrá exposiciones sobre la historia de la inmigración, los inmigrantes en el interior y trajes de colectividades, entre otros temas. También habrá puestitos con especialidades de cocina de cada colectividad", adelanta Jorge Ochoa de Eguileor, consultor coordinador del Programa del Complejo Museo del Inmigrante.

Allí es donde se puede consultar la base de datos de la Dirección Nacional de Migraciones. Elaborada por el Centro de Estudios Migratorios Latinoamericanos, reúne 3.700.000 registros de inmigrantes que entraron al país por vía marítima entre 1882 y 1927.

Fue preparada con los datos de material histórico de la Dirección, que incluye libros de desembarco, expedientes y listas de pasajeros. Los datos que incluye son apellido, nombre, nacionalidad, estado civil, edad al arribar, profesión, religión, puerto de embarque, nombre del barco, fecha de llegada y, en algunos casos, cómo se componía su grupo familiar.

Y los que no encuentren a sus familiares en la lista, aún se está ampliando, pueden descubrir un edificio que guarda miles de historias de esos que llegaron a la Argentina en busca de una vida mejor.

 
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